Son las cinco de la mañana, y me vuelve la frase, ayer cuando la escuché, sólo se me ocurrió decir ponte unas zapatillas cómodas para correr... mi mente no daba más de sí, mi grado de tensión interior en ese momento me tenía insensible, ajena.
17 años los próximos que cumpla, ¡todavía 17! se lo voy a decir a su padre aún se lo podemos impedir...
No sé si se lo impediremos o no, pero si no es esta vez llegará el día en que no se pueda impedir nada.
Cuando Alicia nació se convirtió en la persona más importante de mi vida, y la de su padre, construimos a su alrededor un mundo lo más protegido posible, lo mejor que supimos y pudimos, necesitábamos que se sintiera y estuviera segura, para de esa manera nosotros también poder seguir. Pero según crece se sale de nuestro mundo de protección, a pesar nuestro, se quedará fuera de él... a la intemperie , como lo estamos todos.
Ahora la tengo que ver meterse en un mundo donde puede ocurrirle cualquier cosa, y sólo puedo confiar , es una situación en la que entiendo perfectamente el concepto de orar, de la necesidad de pedir a un dios , que la proteja para que yo pueda confiar, que es la única opción que me queda, y esperar... y si algún día sufre, que sufrirá, estar aquí para amarla y curarla con mi amor.
No se me escapa otro hecho ... con el tiempo, mi capacidad para esperarla y estar para ella, irá despareciendo, hasta que llegue un día que la que necesite de su protección sea yo.
ufff... no sé como se me ha pasado una entrada tuya....
ResponderEliminarAún mis hijos no han llegado a esa edad, pero poco a poco veo como cada vez les hago menos falta.... tiemblo al imaginarme como estarás....
un beso muy fuerte guapa!