Cuando hablaba con la yaya por teléfono me quedaba jodida de verla , tan vulnerable , en esa situación, una situación que es la mejor a la que puedes aspirar y es una puta mierda, no digo ya cómo me quedaba al verla. La veo poco pues no está en Madrid.
Al morir su hermano se ha quedado hecha polvo, y le ha dado un jamacuco, el caso es que ahora está en el hospital, ingresada........
La yaya no tiene hijos( no explico cómo sin tener hijos ha llegado a ser mi yaya, la vida da esas situaciones) su única familia era y es la de su hermano. Así que está allí, con sus sobrinas, una cuñada, viuda, y una nieta postiza al teléfono.
Cuando hoy la he oido, por el télefono, su voz era frágil, drogada, lastimosa, se quejaba de que todo se lo hacen sin cuidado, como si fuera un muñeco. No hay allí ningún hij@ para atender a su madre....
Ver el periplo de la yaya en estos últimos años, me hace pensar, si cuando llegamos a ese punto de inflexión, de la vulnerabilidad absoluta, podríamos ahorrarnos el calvario y decidir irnos motu propio. Hay personas que tienen suerte, cada vez menos, y cuentan con una hija abnegada que toma el papel de madre, los más seremos manejados como muñecos etiquetados. ¿ existe la fórmula, y el valor para ahorrárselo??
osea que ten presente que siempre puede ser peor.
No quiero ser un monton de celulas en una cama, no quiero ser molestia para mi mujer o mis hijos. Cuando llegue el momento, hacemos lo que sea menester y dejamos esta vida con conciencia y dignidad.
ResponderEliminarEn casa, mi madrina, estuvo unos meses fatal. Casi... mejor morirse, decíamos. Pero después mejoró. Duró dos años más y creo que los disfrutó como no los había disfrutado desde hacía mucho tiempo.
ResponderEliminarNi idea de lo que es morirse con dignidad, y desde luego no soy partidario de forzar situaciones, pero... ¿quien sabe?
Bubo
Cuando te vayas a morir, me maúllas. Y cogemos mi moto. Batimos el récord de dos ancianos en una custom, y cogemos una carretera que bordea el mar. Es una carretera preciosa. Con huecos perfectos entre los quitamiedos para acelerar y volar. Y ver acercarse el mar y los acantilados desde el cielo. Pero no me llames esta semana que estaré liao. Eres genial.
ResponderEliminarGatuna, desde aquí solo darte ánimos.... la vida es cruel, si, pero es ella la que decide y nosotros solo meros espectadores. Poco podemos hacer, lo mejor de todo son los recuerdos que nos quedan! Besitos. Pe.
ResponderEliminarExiste el valor (muchos no queremos ser carne de cañón). Existe la formula.
ResponderEliminar...Y existen un montón de hipócritas que se llevan las manos a la cabeza, cuando en realidad, hay ciertas veces que es un acto de auténtico amor y de arriesgar tu reputación por hacer realidad los deseos de otro.
En fin, un tema muy, muy triste Gatuna...